Por: Manuel Palma Padilla
La vida misma es como una partida de ajedrez decía mi profesor José Corbera en sus clases de Control Óptimo y así lo entendí cuando, en un arranque de rebeldía, tiré el tablero al piso al perder inobjetablemente frente al trebejista Fafovsky de mano amplia y jugada estrategica.
Mirando al vacío y con intermitencia al tablero, viendo casillas blancas y negras, cual ying y yang, lo bueno y lo malo - entendí que jugamos cada dia por instinto........